viernes, noviembre 30, 2007

martes, noviembre 27, 2007

DEL ORIGEN Y FORMACIÓN DE LA LENGUA ESPAÑOLA.

Nuestra Lengua se llama española, porque se formó en España.

También se le nombra castellano, porque empezó a formarse en Castilla.

El idioma español está integrado principalmente por elementos latinos, árabes y griegos.
El cálculo aproximado de los diversos elementos es el siguiente:

Palabras latinas: 73%
Palabras árabes: 17%
Palabras griegas: 5%
Otras lenguas: 5%

Otras lenguas son: francés, inglés, italiano, alemán.

En el próximo "post," entregaremos vocablos de las distintas lenguas de donde proviene nuestro idioma.

sábado, noviembre 24, 2007

FANÁTICO.

El fanático es el que defiende con tenacidad desmedida creencias u opiniones, sobre todo cuando son religiosas o políticas.

En un sentido menos categórico, también se les adjetiva de este modo a las personas que se entusiasman por algo ciegamente como la literatura, el deporte o la ópera.

En Roma de la Antigüedad, recibían el calificativo de fanáticos los sacerdotes del templo de Bellona, diosa de la guerra, patrona de los guerreros.

Cuando se realizaban festivales en honor a esta divinidad, los sacerdotes recorrían las calles de la ciudad, al son de trompetas y, a medida que se desplazaban, iban rasgando sus vestiduras y auto infiriéndose heridas en las extremidades, hasta el extremo que la sangre salpicaba a los espectadores.

En aquel tiempo, se pensaba que estos religiosos sufrían el influjo belicoso del templo de Bellona.

En latín, la locución fanum significa templo, voz que originó el término fanaticus, para identificar a quienes pertenecían en cuerpo y alma a un templo determinado.

En cambio, la palabra latina, profanus aludía a quienes permanecían fuera del templo.

"Curiosidades del Mundo Militar".
(Héctor Velis-Meza)

martes, noviembre 20, 2007

VICTIMAS DE LA DELINCUENCIA


Para leer esta buena noticia haga click sobre la imagen. ¡MISIÓN CUMPLIDA! y gracias a los que firmaron.

UN AMIGO MÉDICO ME TRAJO UNA PASTILLA DE PROPÓLEO.

Propóleo:

Los griegos llamaban própolis a las puertas de una ciudad, voz formada por el prefijo pro- y polis (ciudad). Más tarde, Plinio empleó esta palabra en latín para dar nombre a la cera –extraída de las yemas de los árboles– con la que las abejas recubren la entrada de sus colmenas a fin de protegerlas contra hongos y bacterias.

Las propiedades antibióticas y fungicidas de esta sustancia, que en nuestra lengua se llama propóleo, eran conocidas desde la más remota antigüedad por los sacerdotes egipcios, por los médicos griegos y romanos así como por algunas culturas sudamericanas.

Ciertamente, propóleo está vinculada a través de polis con muchas otras palabras de nuestra lengua, tales como político (relativo a la ciudad), metrópolis (ciudad madre) y policlínica (establecimiento de salud pública para la atención de una ciudad).

Cabe añadir que polis proviene del sánscrito pur (ciudad fortificada), que se encuentra en el nombre de Singapur (ciudad de los leones).

(La Palabra del Día).

jueves, noviembre 15, 2007

¿SABÍA USTED N° 2 ?

...EN QUÉ CONSISTE LA ANFETAMINA Y SUS CONSECUENCIAS?

ANFETAMINA:

La anfetamina es un facilitador de la transmisión nerviosa mediante la adrenalina, potente estimulante del sistema nervioso central. En 1919, se sintetizó en Japón la metanfetamina; y en 1944, en los laboratorios de la corporación suizo-alemana Ciba-Geigy (hoy Novartis), el metilfenidato.

El uso médico experimental de las anfetaminas comenzó en los años 1920. La droga sería utilizada desde entonces por los militares de varias naciones, especialmente de la fuerza aérea, para combatir la fatiga e incrementar la alerta entre las milicias.

En 1927, la propiedad de la anfetamina de elevar la presión sanguínea, contraer los vasos sanguíneos, y dilatar los pequeños sacos bronquiales, dio lugar a su comercialización, inicialmente como el inhalador Benzedrina.

Como droga, la anfetamina, más conocida popularmente como speed o anfeta, es utilizada para pasar largas noches sin dormir, apareciendo en forma de polvo, fácilmente obtenible, que es inhalado. Los efectos van desde euforia, vista borrosa y energía no habitual a sudoración, vómitos y ataques de ansiedad.

Los consumidores pueden pasar varios días consecutivos sin dormir, con el consecuente cansancio psíquico que lleva a veces a crisis de paranoia y ansiedad.

La anfetamina produce un síndrome denominado ‘psicosis anfetamínica’, parecido a la psicosis cocaínica o a la esquizofrenia paranoide.

La palabra proviene del inglés amphetamine, un acrónimo formado a partir de su denominación química a(lpha) m (ethylbeta) -ph(enil) -et(hyl) -amina.

INTERESANTE TEMA TAN ACTUAL.

(La Palabra del Día)

sábado, noviembre 10, 2007

DEFENSA.

Defensa:

Antiguamente —y aún hoy en muchos países— los organismos oficiales encargados de asuntos militares eran llamados Ministerio de Guerra, un nombre que aludía exactamente a la función que cumplían: hacer la guerra o prepararse para ella.

Sin embargo, con el paso del tiempo, los gobernantes fueron comprendiendo que la guerra suele ser una empresa que da poco prestigio y que quienes se defienden de ella se granjean más simpatía por parte del público y de la prensa.

Así, los ministerios pasaron a llamarse, simpáticamente, ‘de Defensa’, así como las asignaciones presupuestarias se llamaron ‘gastos de Defensa’, aunque estuvieran destinadas a atacar a otros países.

En efecto, mientras hoy se entiende que hacer la guerra es una tarea menos noble que lo que se creía algunos siglos atrás, las invocaciones a la ‘defensa nacional’ todavía despiertan sentimientos patrióticos. Algún ingenuo podría pensar que si todos se defienden, nadie hará la guerra, pero los hechos no confirman esa suposición.

Defensa se formó en latín a partir del verbo latino defendo, -ere, que se derivaba, a su vez, del verbo arcaico fendo, -ere (incitar, estimular, golpear), que ya no era usado en la época clásica.

A este verbo se antepuso el prefijo de-, que en este caso significa ‘rechazar’, ‘repeler’, para formar defendere (rechazar a un enemigo, proteger o protegerse). Si a fendere se antepone el prefijo ob- (hacia delante, con el sentido de oposición), éste se convierte en of- (por estar antes de f), y se forma offendere (chocar con algo, golpear algo, disgustar a alguien), de donde se derivó nuestro verbo ofender.

(La Palabra del Día).

miércoles, noviembre 07, 2007

VÍCTIMAS DE LA DELINCUENCIA.

AMIGOS Y AMIGAS:

VEAN ESTA PÁGINA www.victimas.cl

sábado, noviembre 03, 2007

HÁBEAS CORPUS.

Hábeas corpus:

Este sintagma del lenguaje jurídico proviene de la expresión latina "habeas corpus ad subiiciendum" (‘que tengas tu cuerpo para mostrar’ o que ‘tu cuerpo sea mostrado’), y se emplea para denominar el derecho de un ciudadano que preso a comparecer en forma pública e inmediata ante un juez, para que éste resuelva si su detención fue legal y si debe ser puesto o no en libertad.
La primera vez que se empleó esta expresión fue en la Carta Magna, arrancada por los nobles ingleses al rey Juan Sin Tierra en 1215, por la cual la soberanía pasó del monarca a la nobleza, formándose una organización que perdura hasta nuestros días con el nombre de Cámara de los Lores.

En la Carta Magna se establecía que ningún hombre libre podría ser detenido, preso, ni desposeído de sus propiedades sin una ley previa que justificase tales actos. Según el texto de la Carta Magna, «Nadie puede ser castigado de ninguna manera, sino por sentencia legalmente pronunciada contra él, por sus iguales o pares, según la ley del país. A nadie debe rehusar el Rey pronta justicia, la que no podrá ser vendida a persona alguna».

A pesar de que todo indica que la expresión "hábeas corpus" nació allí, el principio jurídico en el cual se basa ya existía en el Derecho Romano, en el recurso conocido como "Interdicto de homine libero exhibendo" (recurso de mostrar al hombre libre), expresado en la fórmula "Quem liberum dolo malo retines, exhibeas", que se aplicaba a todo particular que restringiera la libertad de un hombre que tuviera derecho a ella, para que lo presentara de inmediato ante el pretor, quien decidiría al respecto.

La locución "hábeas corpus" ha sido castellanizada e incluida en el Diccionario de la Real Academia, por lo que se debe escribir con tilde, de acuerdo con las normas de nuestra lengua.

(La palabra del día).