martes, septiembre 28, 2010

P I Z Z A.

El nombre de este plato italiano proviene del antiguo germánico bizzo, que significaba 'morder' y 'bocado' (cantidad de alimento que se puede tomar con una mordida).
En su forma original, la pizza se compone de un pan de forma circular y achatada, cubierto con queso de tipo mozzarella, tomates y aceite de oliva.
Al extenderse por Italia a lo largo del siglo XIX, algunas características del plato fueron cambiando: al llegar a Roma sustituyó el tomate por cebolla y aceitunas y en la Lombardía se enriqueció con anchoas, entre otras modificaciones.
A comienzos del siglo XX, la pizza cruzó el océano y llegó a Buenos Aires, donde la masa se hizo más gruesa, y a Nueva York, donde se le añadió un variopinto conjunto de ingredientes: rebanadas de salchichas, panceta, camarones y trozos de ají.
Sin embargo, fue sólo a mediados del siglo pasado, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el antiguo alimento napolitano conquistó el mundo.

En el Diccionario de la Academia, pizza aparece escrito con doble z y en bastardilla, indicando que se trata de una palabra que aún no ha sido españolizada.

(La Palabra del Día)

sábado, septiembre 11, 2010

H I S T E R I A.

El nombre de esta enfermedad psíquica proviene de la ignorancia que prevaleció hasta fines del siglo XIX, cuando estaba considerada como una dolencia propia de las mujeres, puesto que se creía que era causada por problemas en el útero, palabra proveniente del griego hystera y ésta, a su vez, del sánscrito udáran 'abdomen'.

Fueron los trabajos del profesor Jean-Martin Charcot y, sobre todo, de su discípulo en el hospital parisino de la Salpetrière, Sigmund Freud (1856-1939), los que permitieron develar el misterio de la histeria, mostrándola como una enfermedad causada por conflictos en la vida psíquica inconsciente, tanto en hombres como en mujeres.

A partir de su Estudios sobre la histeria, que publicó junto con Josef Breuer en 1895, Freud desarrolló una compleja teoría sobre el funcionamiento de la mente y de la afectividad del ser humano, basada en sus investigaciones sobre una vida psíquica inconsciente, hasta entonces poco conocida, y en la influencia de esta actividad inconsciente sobre el comportamiento y los afectos.

La voz histeria llegó al español a través del francés hystérie, con origen en el mencionado hystera más el sufijo -ia, usado en español en los nombres de algunas enfermedades.

(La Palabra del Día)