sábado, octubre 31, 2009

R A M E R A.

Hacia fines de la Edad Media, era costumbre en España colgar un ramo en la puerta de las tabernas para indicar que no se trataba de viviendas particulares y llamar de esta manera la atención de los clientes (v. cliente).

Las prostitutas, así como hoy ocultan sus negocios haciéndolos pasar por casas de masajes, en aquella época los disimulaban colgando en su puertas un ramo, como si se tratara de tabernas.

Por esa razón, las comadres empezaron a llamarlas rameras, una palabra que les sonaba más púdica que prostituta.

Este vocablo aparece registrado por primera vez en español a finales del siglo XV, como, por ejemplo, en La Celestina (1499), de Fernando de Rojas:

"Esta mujer es marcada ramera, según tú me dijiste, cuanto con ella te pasó has de creer que no carece de engaño. Sus ofrecimientos fueron falsos y no sé yo a qué fin."

(La Palabra del Día)

martes, octubre 27, 2009

Premio


Gracias María del Carmen

lunes, octubre 26, 2009

S E M A N A.

El hábito de agrupar los días en períodos de siete unidades, que hoy llamamos semana, es original de los babilonios y fue adoptado por los griegos y los romanos, que dieron nombre a estos períodos sobre la base del número siete.

Los griegos los llamaron hebdomás, de hepta "siete", palabra que perdura hasta nosotros en hebdomanario, que significa "semanal, semanario".

En Roma se adoptó el nombre septimania, que llegó al español como "semana" ya en el Cantar de Mío Cid:


"Aqui les pongo plazo de dentro en mi corte a cabo de tres semanas en begas de Carrionque fagan esta lid delant estando yo".

Entre los romanos, el gran prestigio de la astrología llevó a introducir la semana de siete días, basada en la idea babilónica de las siete mañanas, y los nombres de los días fueron tomados de astros y dioses equiparados a los babilonios.

De esta forma, el lunes se llamó así en homenaje a la Luna; el martes recordaba al dios de la guerra, Marte para los romanos; el miércoles, al dios del comercio, Mercurio; el jueves a Júpiter (dies Jove o día de Júpiter), y el viernes, a Venus.

Para los romanos, el sábado era el día de Saturno, pero con el advenimiento del cristianismo el nombre dies Saturni fue cambiado por Sabbatum, derivado del hebreo sabbath, proveniente de sabath "descansar", que entre los judíos designa al día semanal de descanso.

En latín, el domingo se llamaba solis dies "día del Sol", pero los cristianos cambiaron ese nombre a Dominica, que significaba "día del Señor" (dominus).

(La Palabra del Día)

miércoles, octubre 21, 2009

M O N E G A S C O.

Es el gentilicio del principado de Mónaco, conocido por su casino de refinada elegancia, tan distante de la opulenta fanfarria de Las Vegas, y también por el romance protagonizado a mediados del siglo XX por el príncipe Rainiero y la actriz norteamericana Grace Kelly, quien se convirtió en la princesa Grace de Mónaco.

En la actualidad está gobernado por el príncipe Alberto II, hijo de Rainiero y la princesa Grace, y por el ministro de Estado Jean-Paul Proust.

El nombre es mucho más antiguo que el propio principado: le fue dado hace veintisiete siglos por el historiador griego Hecateo de Mileto, quien llamó a aquel lugar Monoikos, del griego monos "solo", "único" y oikos "casa".

Era el apodo de Hércules, en cuyo homenaje se levantó un templo en ese lugar.

Monoikos adoptó en latín la forma monaecus que, tal vez por su semejanza con monachus "monje", finalmente se convirtió en Mónaco.

En el dialecto ligur, los habitantes de Monoikos fueron llamados munegunaecus, de donde se derivó el vocablo francés monegasque, registrado en 1721 con el significado de "hablar de Mónaco" y más tarde, como gentilicio.

A partir de ese vocablo francés, se formó monegasco en italiano, en español y en portugués.

(La Palabra del Día)

martes, octubre 20, 2009

PREMIO ORIANNA

ESTE BLOG ES FEMENINO E INTELIGENTE.
MUCHAS GRACIAS ABU CIBER POR OTORGARME ESTE PREMIO.





CON AFECTO SE LO ENTREGO A:
FONSILLEDA
SRTA. ANGÉLICA
AURORAINES
SUREANDO
PAMELA
POETIZA
PILAR

PREMIO ESCRITORES

RECIBÍ DE AURORAINES EL PREMIO ESCRITORES Y QUIERO COMPARTIRLO CON UDS.

MUCHAS GRACIAS QUERIDA INÉS.




martes, octubre 06, 2009

B O R R A C H O.

En muchas regiones rurales de España, aún hoy es habitual servir el vino en odres o botas de cuero, usados desde muy antiguo con este objeto.

En el catalán del siglo XIV y en el castellano del siglo XV, estos odres se llamaron borracha, palabra que, según Corominas, se habría formado por el cruce de las voces catalanas botella (odre) y morratxa (redoma).

A su vez, esta última palabra se derivaba del árabe mirassa, que también significaba redoma.

Más adelante, se llamó en español borracho al sujeto que, igual que la bota, estaba "lleno de vino", o sea, embriagado.

Del cuento de Juan Carlos Onetti El pozo:

"Estará preso por borracho o alguna máquina le habrá llevado la cabeza en la fábrica. También es posible que tenga alguna de sus famosas reuniones de célula. Pobre hombre".

En portugués, borracha, con a final, es el sustantivo que designa el caucho.

El etimologista Antonio Geraldo da Cunha afirma que la palabra portuguesa fue tomada del nombre de los viejos odres españoles de cuero, para designar el nuevo material conocido en el siglo XIX.

(La Palabra del Día)